Pocas obras musicales hay tan sobrecogedoras como este Requiem de Ligeti. Hay que buscar media hora y dejarse sumergir en sus profundidades desoladas.
Una de las muchas genialidades del director de cine Stanley Kubrick fue utilizar esta música para la película 2001, una odisea del espacio. Si nos quería decir que estaba pasando algo extraordinario, lo consiguió con creces.
La obra consta de cuatro movimientos:
- Introito
- Kyrie
- Dies Irae
- Lacrimosa
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