Compuesto en el sistema dodecafónico que él mismo invento, este concierto supone por su virtuosismo un reto para el violín solista. También lo es para el oyente al privarnos de la familiar ayuda de la tonalidad. Pero el esfuerzo merece la pena. Mucho.
- Poco allegro - Vivace
- Andante grazioso
- Finale: Allegro
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