Compuesta para el New York City Ballet, esta música para danza es puro divertimento. Con constantes cambios de ritmo y de instrumentación y magistrales líneas de violonchelo, la música realmente invita a bailar. Consta de cinco movimientos, como no podía ser de otra manera, y es una de las piezas más accesibles del no siempre fácil Wuorinen.
A disfrutar.
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La imagen que ilustra el vídeo es, por supuesto, de Victor Vasarely. Se trata de Cheyt-G y es de 1970.
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