sábado, 15 de junio de 2024

Federico Mompou. Música callada (1959-1967)

No, no se trata de 4' 33'' de Cage. Bajo el oxímoron Música callada se esconde el exquisito trabajo de Mompou al piano, un trabajo que huye de todo lo innecesario para centrarse en lo esencial y evocar largas tardes de verano mediterráneo, o amaneceres junto a los acantilados, entre pinos, o veladas de muda conversación o, simplemente, esos encuentros que a veces somos capaces de tener con nosotros mismos.

Si en 4' 33'' Cage nos abruma con los ruidos de las butacas y las toses de los asistentes, la Música callada de Mompou consigue hacernos escuchar el silencio.    


Un par de momentos melódicos destacables, de esos que le suenan a todo el mundo, los tenemos en:

III. Placide (3:38)

XIII. Tranquilo, très calme (24:46)

*** 

Para saber más puedes leer  Mompou: música para piano, programa de un ciclo de conciertos celebrado en la Fundación Juan March en 1988.



sábado, 8 de junio de 2024

Juan José Castro, Concierto para piano y orquesta (1941)

No sé si Juan José Castro tenía algún programa en la cabeza cuando compuso su concierto para piano, pero lo parece. El primer movimiento del concierto es pura alegría, una alegría que nos arrastra gracias a las incansables cascadas de notas del piano. En el segundo, sin embargo, entendemos que algo ha ocurrido y nos debatimos entre la reflexión, el temor y el abatimiento. Pero más que trágico debió ser dramático porque en el tercer y último movimiento superamos las dificultades y la alegría vuelve a nuestro ánimo, aunque es una alegría más madura, quizá acompañada de cierta seguridad en uno mismo algo injustificada, como delata la aparición de una marcha militar. A fin de cuentas, ya sabemos de lo bueno y lo malo que puede deparar la vida. 


Los movimientos son:

  1. Allegro vivo 
  2. Trágico 
  3. Allegro vivo

sábado, 1 de junio de 2024

Roberto Gerhard. Concert per a piano i orquestra de corda (1951)

Gerhard nació en Tarragona de padre suizo y madre francesa. Estudió con Arnold Schönberg en Viena y en Berlín, trabajó en Barcelona para promover la música contemporánea y, tras la victoria del dictador Franco, se exilió en Inglaterra.

Estas tres líneas explican de alguna manera algunas de sus paradojas: seguidor de las técnicas seriales de Schönberg, se preocupó de introducir en sus composiciones elementos musicales españoles en general y catalanes en particular. Amante de su tierra natal, a la que añora, la recuerda inevitablemente con la amargura del exiliado, del que ha sufrido y sufre la injusticia del fascismo triunfante.

Su concierto para piano y cuerdas es magnífico. En el primer movimiento el piano desgrana las series de notas casi con rabia, pero sin renunciar nunca a la musicalidad. En el segundo movimiento los arpegios recuerdan rasgueos de guitarra mientras las notas del Dies Irae medieval suenan admonitorias. En el tercer movimiento vuelve el piano con intensidad sin olvidarse de recordar el ritmo de una jota.



Los tres movimientos del concierto son:
  1. Tiento. Allegro [0:00]
  2. Diferencias. Adagio [7:24]
  3. Folia. Molto mosso [18:49]