En un jardín los insectos hacen tranquilamente su vida. Pero la araña teje pacientemente su tela para capturarlos y montarse con ellos su particular festín.
Este es el tema que Roussel musicó para un ballet-pantomima escrito por Gilbert de Voisins y del que después extrajo la suite sinfónica que hoy propongo. Es la pieza preferida por el público de Roussel y cuando se escucha se entiende, porque en este caso su capacidad para evocar escenarios de cuento y bosques encantados alcanzó su máximo.
Se me olvidaba el final: cuando la araña se dispone a darse el gran banquete, llega una mantis religiosa y se la come a ella. La cazadora cazada.
Délicieux.
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